<<El jefe de una empresa muy poderosa había empezado a
hacer despidos colectivos a diestro y siniestro, sin importarle si eran el
sustento de las familias. Eso creo mucho odio en su contra, tanto así que uno
de los afectados pudo contactar con un grupo llamado “Noir”, y con uno de sus
agentes con el nombre clave de “Crow”.
Era media noche, J.G. estaba acabando de poner en orden los
últimos documentos de despidos. Su pluma era el único ruido que se escuchaba en
la poca iluminada habitación, fuera empezó a llover. El hombre levanto la
cabeza para confirmar el ruido de lluvia en la ventana. Con la vista de nuevo
en los papeles, un rayo seguido del rasgador trueno le hizo estremecer, sobre
todo al notar una sombra en aquella luz. Alzó la vista rápidamente, y diviso a
lo lejos, posado en una rama, un pájaro. Tranquilizado bajo la vista de nuevo y
el ruido de la lluvia volvió a inundar la estancia. Otro luminoso rayo hizo
aparecer otra vez la sombra, ahora más cercana y grande, el sonido del trueno
lo estremeció. El ave, ahora posada en la barandilla del balcón, miraba hacia
la ventana cerrada. J.G. empezó a sentir miedo al reconocer que esa ave era un
cuervo, bajo la mano por los cajones de su escritorio en busca de su pistola, solo
desvío la vista unos segundos. Pero rápidamente se alertó por el fuerte
graznido del animal y del brusco ruido de la ventana abriéndose. Dejando entrar
todo el frio, aire y lluvia del momento dentro del lugar, las luces parecieron
parpadear. Ante él, había aparecido un inmenso cuervo negro grande como una
persona. Tembloroso alzó su arma en vano, pues un fuerte quemazo rasgo su
garganta. Ahogándose en su propia sangre pudo ver, por un instante, que no era
un ave gigante, sino una persona con una larga capa de plumas. Llevaba en la
mano el arma que utilizo para matarle. Desangrado encima de la alfombra de su
despacho, el asesino dio la vuelta y como una sombra desapareció en la oscura y
mojada noche. >>
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