<<Se estaba poniendo el sol, no sabía qué hora ni en
qué día estaba. Hice otro trago a la botella y dando tumbos, me dirigí hacia un
callejón. Al girar para entrar, me pegue contra alguien, me pesaba la cabeza
así que ni me moleste en levantarla. Por las pintas parecía una prostituta.
Seguí mi camino y me tumbé en una pared. Creo que me quede dormido unas cuantas
horas, y me desperté con un fuerte dolor de cabeza. Mire a mi alrededor, todo
estaba oscuro y parecía que me habían robado la botella, así que rebusque en mi
bolsillo en busca de algo de dinero. Pero encontré algo más impresionante y
peligroso. Un papel donde ponía “Noir: Bishamon”. No supe que era eso hasta
años después. Me alegre de no haberlo tirado en ese momento, aunque estuve a
punto.
Pasaron varios años de eso, mi negocio empezó a ir viento en
popa desde que me case y me puse serio. Ahora soy el jefe de una empresa algo
influyente. Pero el jefe de otra empresa algo más poderosa parece verme como un
rival muy peligroso. Enseguida me empezó a atacar, mis ventas descendieron, mis
empleados desaparecieron, mi familia empezaba a notar la escasez de cosas.
Entonces notando la soga en mi cuello. Encontré en un libro antiguo el papel de
aquella noche. Escuche rumores de ese grupo “Noir”, como asesinos, pero que era
difícil encontrar la forma de contactar. Pero en ese papel podría hallar la luz
al final del camino. Había un correo electrónico. No sabía que tenía que hacer,
así que puse de asunto “Noir: Bishamon” y comente la persona que tenía que
matar. Tardo solo un día en recibir respuesta, solo había un día, una hora y un
lugar escritos en el mensaje. Fui allí, solo. El punto de encuentro fue un
cementerio cerca de una iglesia antigua. Estaba oscuro y lo único que alumbraba
el lugar eran las velas y mi linterna. Entonces escuche un ruido, un maullido y
gire bruscamente. Ante mi había una persona con una máscara y unas orejas de
gato, una larga capa de un pelaje gris, parecía suave. Sin querer lo ilumine
con la linterna, pero ni se inmuto. La baje rápido y saque un sobre de mi
chaqueta, me acerque poco a poco y alargue la mano para dársela. Ese individuo
recogió el sobre y lo abrió. Entonces le explique varios detalles de la
persona. No había caído en ello, pero no le había preguntado el pago que
debería hacer por el encargo. En todo el rato esa persona no había hablado, y
pensé que con esa pregunta diría algo, pero no fue así. Me enseño un papel
doblado, lo recogí y vi un precio algo elevado y unos números que supuse que
sería una cuenta bancaria. Al alzar la vista del papel, volvía a estar solo en
el cementerio.
En menos de una semana, ya anunciaban los diarios la muerte
del líder de aquella empresa, aunque los medios de comunicación solo hablaba de
que le habían atacado un empleado que le guardaba rencor o cosas por el estilo.
Rápidamente ingrese en aquella cuenta el dinero que me pedía, pues no quería
poner en riesgo mi familia. Después de eso, todo volvió a la normalidad, e
incluso mejor, pues yo también me apodere de la empresa que ahora estaba sin
ningún jefe que la dirigiera. Pero después de la experiencia que puede hacer
que una persona te odie, decidí tratar a todos los trabajadores de la mejor
forma posible. No quisiera que una noche llegara alguien del “Noir” >>
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