Los asesinos de Noir

Laboratorio-00

- Él es un buen chico.- la voz de una mujer sin rostro palmea la cabeza del niño.
- Estoy orgulloso de ti, hijo- un hombre sin rostro repite lo mismo.
Poco a poco ambas sombras se alejan bajo palabras de calidez y felicidad, el niño intenta alcanzarlos en vano; entra un fondo negro del cual solo se nota frío.  Empiezan a aparecer centenares de manos con guantes y batas que empiezan a toquetear al niño, lo atan y le inyectan cosas mientras él solo podía gritar una y otra y otra vez en vano porque el sonido se ahogaba en su garganta. 
La pesadilla lo despertó de su sueño jadeando. Estaba durmiendo en el sofá, y el haberse incorporado tan rápido hizo que la manta que lo cubría cayera. Se volvió a acostar intentando calmar la sobresaltada mente. Se rascó su negro cabello revuelto por dormir y suspiró. El pitido de las maquinas le hizo reincorporarse. Fue a comprobar si todo estaba en orden por el laboratorio. Las maquinas sonaban con sus pitidos habituales. El chico se acercó al enorme tubo que de vez en cuando burbujeaba. En el interior de aquella sustancia translucida había una chica que en notar la presencia del joven abrió ligeramente los ojos. Eso hizo que varias bocanadas de burbujas salieran de los diferentes aparatos a los que la chica estaba conectada. Las maquinas empezaron a pitar con algo más de nerviosidad.
- ¡Crow! Que te he dicho de acercarte tanto- Entraba en el laboratorio un hombre de negocios junto a otros dos con batas.
El chico los ignoró y siguió mirando hacia ella. Ya tenía los ojos del todo abiertos y los movía lentamente entre los presentes. Crow alzó su mano, pero el hombre trajeado le agarró del brazo antes de que pudiera rozar el cristal del tubo. Los dos científicos que habían entrado no cabían dentro de su asombro pues la chica poco a poco también había empezado a alargar el brazo. Las maquinas empezaron a protestar por el gran esfuerzo que había hecho el cuerpo. Las agujas de los medidores y todo lo calculado empezaban a dispararse. Sonó una alarma y más gente en bata entró apresurado. El hombre de traje estaba a punto de alzar la mano contra Crow cuando una voz a su espalda le paró.
- No creo que eso sea lo más indicado.- le empujó con el bastón para separarles.
- ¡Master!- se inclinó un poco mientras se separaba del joven.- Este muchacho es un desobediente.
- Crow, siéntate en el sofá tranquilo- dijo con tono normal y el muchacho lo hizo enseguida- ¿ves? Es obediente, sabe quién manda aquí, no como otros. No creo recordar que te diera permiso para bajar hasta el laboratorio-00, ¿verdad?
- No, señor, pero como estaba supervisando los otros trabajos, entienda que sintiera curiosidad por este- se frotaba las manos algo nervioso. – No sabía que tenía restringida la entrada.
- Solo dos personas y Crow tienen permiso para entrar con libertad, los demás me lo han de pedir a mí. ¡Guardias!- gritó y en nada había dos hombres altos armados en la puerta- Llevároslo. Es increíble que haya entrado aquí más de una vez.
Antes de que le diera tiempo a protestar estaba inconsciente en el suelo y siendo arrastrado por los guardias fuera del laboratorio.
- ¿Y bien? ¿Cómo está?- se paró frente al enorme tubo que contenía a la chica.
- Señor, las lecturas están fuera de todo lo previsto. – dijo uno con una carpeta con papeles.
- Aun no sé si será para bien o para mal, pero por fin está dando señales de respuesta.- comentaba otro.
- Su idea de dejar a Crow aquí está dando sus frutos.- dijo el que parecía ser el jefe de los científicos- En el poco tiempo que lleva el chico aquí, ha avanzado de una increíble manera. Años de fracasos y de lentos avances. Hemos conseguido más en solo estos poco años.- parecía no estar muy bien de la cabeza por los gestos que hacia.- y todo gracias a ti. – se acerca a Crow- no sé qué le dirás o harás, pero solo el tenerte aquí hace que ella responda a nuestras acciones- estuvo a punto de tocarle, pero recordó su desagrado a los científicos por lo que retrocedió por su propia seguridad porque Crow ya tenía en mano una de sus dagas negras.- Como sea, tal vez ejecutemos el siguiente programa antes de lo previsto.
- Perfecto- comentó Master mientras revisaba los papeles que le pasaban.- Volveré a pasarme de aquí un par de días. Crow ¿no tienes nada que hacer hoy? Deja a estas personas volver a estabilizarla, ya ha hecho mucho por hoy. Ven otro día a verla.
Crow asintió mientras se levantaba, echó un último vistazo a la chica y dejó el laboratorio mientras ella lentamente volvía a cerrar sus ojos y se sumía en su letargo.

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