Los asesinos de Noir

Una pausa


- Crow… Sé que no debería de preguntar pero… ¿¡Qué narices haces con tus armas?! Cascas nueces, abres avellanas, cortas árboles- protestaba Cancerbero mientras revisaba el filo del cuchillo- No, espera, no me digas. ¡Partes piedras!
Crow se sentó en uno de los taburetes de la armería y se encogió de hombros sin dar más explicaciones.
- Todos usan las armas que les preparo y nadie viene con ellas tan dañadas…- protestaba mientras sacaba las herramientas para arreglarla.- Tardaré un rato. En aquel cajón tienes unas cuantas de repuesto. Sírvete tú mismo. 
- Cancerbero, ¿estas por aquí?- se oyó una voz mientras se abría la puerta.
- Sí, estoy aquí- dijo mientras se asomaba entre las estanterías de armas para que le viera.- ¿Qué te trae hoy por aquí?
- Pues verás- avanzó por el pasillo en dirección al hombre- Venia a traerte la mira de mi rifle.
- ¿Qué le ha pasado?
- He tenido un inesperado contratiempo y se ha dañado durante la trifulca.- le dejó el arma sobre la mesa.- Vaya, no sabía que estaba Crow aquí.- sonó distante- Me marcho ya.
Crow se colocó los nuevos cuchillos en sus correspondientes lugares y se vistió con su capa de plumas. No medió palabra y abandonó la sala.
- Parece que tú y Crow no os lleváis muy bien.- sonreía bajo su máscara de lobo.
- No es que nos llevemos mal. Pero raro seria que nos lleváramos bien.
- Ya sabes que él es un asesino porque le enseñaron a ser eso, pero no significa que no siga siendo un crío comparado a lo que tú y yo hemos vivido. 
- Por ahora no lo odio, pero cuando empiece a sentir placer por lo que hace es cuando tendríamos que preocúpanos.
- ¿Tienes miedo de que Crow se vuelva como Travis?- comentó mientras soltaba una ligera risa.- No creo que pase, porque Crow sí que odia a Travis. 
- No es un consuelo, pero algo es algo- se acariciaba la peluda máscara de león que llevaba- bueno, voy a volver. Aún tengo cosas que hacer.
- Que vaya bien, intentaré tenerlo apunto lo más pronto posible.

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