CAPÍTULO 9
Desayunaron ligero y se marcharon de Emiliar junto con el
hombre de la lanza. Zess había pedido a Livius que avisara a Darklore de que se
ocultara, pero que les siguiera lo más cerca posible.
Odio tener que estar
tan separados. Primero en la ciudad, no puedo hablar contigo, y ahora esto. Si
estáis ahí, porque ocultarme… Deshazte del lancero y volvamos a viajar junto.
Darklore, como puedes
pensar eso… Según Zess, si viajamos con alguien que lleva el emblema del reino,
las sombras no nos atacaran.
Eso dice él, pero si
nos acercamos más a la capital será como meterse en la boca del lobo…
-Por cierto, aun no me he presentado a los niños- dijo el
hombre cargando la lanza en el otro hombro.- Soy Regis
Chisa, quien iba montada en el caballo, se presentó con el
nombre de Flora, a Zess el hombre le llamaba Serp, y Livius se presentó como Lui.
Zess llevaba las riendas del caballo aunque se movía como si nada hablando con
aquel hombre. Regis era alto, moreno y robusto. Vestía una coraza, un pantalón
largo marrón y cargaba una lanza que tenía forjado en un lado el emblema del
reino. Livius se quedó un rato observando el emblema, nunca se había fijado en
que tenía un dragón sujetando una flor entre las garras, en la parte derecha y
en la izquierda se dibujaba una especie de bosque donde dos ojos parecían
asomarse. De bajo, algo alargado se intentaba imponer en el emblema, parecía un
monstruo con las fauces abiertas atacando a algo invisible.
-¿Y que les trae hasta Daral?
-Soy comerciante, y mi mujer vive allí, estaba pensando en
dejar a los niños allí.
-Pues no sé si es seguro… Viendo cómo están reclutando cada
vez más personas, tal vez vaya a atacar los ladrones y mercenarios que han
empezado a aparecer por el reino.
-Puede ser.
Livius observaba como esos dos dialogaban como si llevaran
toda la vida haciéndolo. El muchacho quedo sorprendido con la facilidad que
tenía Zess para mentir e improvisar en el mismo instante que hablaban. Livius
cansado de caminar salto encima del caballo y se dedicó a observar las pompas
de jabón que su hermana hacía.
-Lui como estas ya cansado, si no es ni la hora de comer.
Así no llegaras a ser un hombre ni un guerrero
Livius se sintió ofendido, bajo del caballo y se puso a
caminar entre Zess y Regis.
Mira que ofenderse por
eso jeje
Claro, como no te lo
ha dicho a ti.
Oye, que no soy
insensible. Yo siento lo que tú sientes. Siempre y cuando tu mente y la mía
estén conectadas.
Por cierto, ya he
visto la marca que me has dejado. Muy bonita, pero podías hacerla más pequeña,
sería más fácil de disimular.
Jaja pero te ha
gustado verdad. El tamaño no lo decido yo al igual que la forma que adopte.
Tienes el marcado que tienes y no hay más que hacerle. Y que lo sepas, pero
tenemos que hablar más, así podríamos hablar a mayor distancia. Y no tendría
que preocuparme si estas en la ciudad. Podrás contactar rápidamente conmigo en
un apuro.
Vale, pues te voy a
contar varias cosas que me rondan por la cabeza.
Livius explicó a Darklore las historias que escuchó del
cuentacuentos, los rumores de la taberna, las dudas que le invadían…
Sí, suena muy
sospechoso todo. Pero él no te ha hecho ningún mal. Todo lo contrario, te está
protegiendo a ti y a tu hermana. Aunque viendo lo reservado que es en algunos
temas, seguramente no sacarías nada
forzándole a hablar.
Eso pensaba también.
No tardaron mucho en parar a comer. Una fuerte lluvia les
cogió de improviso y se tuvieron que resguardar entre las copas de los árboles.
- Venga ya, de esta no nos salvan ni las capas- dijo Regis
sacando la capa que traía en una bolsa de piel.
- Sí, ha comenzado a caer una buena
Zess rebuscó entre las alforjas para sacar las capas para
los tres. En todo el viaje, no les había llovido. Así que Chisa estaba
ilusionada de usarla.
-Aún no hay prisa, mejor esperamos a que llueva un poco
menos.- dijo el hombre mientras se recostaba en el árbol y apoyaba la lanza en
el suelo.
- Como quiera, aunque por estos parajes está lleno de
malhechores, y no es muy bueno quedarse en un mismo sitio mucho rato.
-Veo que entiende.
- Al ser mercader, el ser el punto de mira de bandidos y
ladrones, nos hace aprender cosas básicas.
-Señor…- dijo Chisa tirando de la capa de Regis- ¡Me enseña
el emblema!
- Jaja claro pequeña, mira
Regis giro la lanza y apunto hacia el suelo mientras se la
acercaba a Chisa. Ella contempló en dibujo grabado.
-¿Qué significan los dibujos? ¡Mira! Hay un dragón jeje-
dirigiendo lo último hacia Livius. El muchacho se acercó.
- Este emblema representa el clan de los dragones, el clan
de las garras y el clan de las aves. Aunque a los dos últimos también se les
conoce como el clan de los guerreros y el clan de los espías.
-¿Y la flor? Esa que tiene el dragón.
-Eso es algo que puso el rey anterior, fue un pequeño
detalle. Nadie se suele fijar. Tienes muy buena vista pequeña. El Rey Silvius…
-No sé si es si es buena idea hablar sobre el rey anterior.
Siendo usted uno de los guerreros del rey actual. Puede costarle mucho.
- Aquí no creo que nadie me oiga, y aunque sea guerrero,
sigo siendo leal al Rey anterior. Las malas lenguas dicen que toda la estirpe
del rey anterior fue eliminada. Pero aún hay un grupo de personas que cree que
su hijo escapo.
- Eso también son malas lenguas, pues nunca se ha escuchado
que se hubiera casado y tenido un hijo.
-Es cierto, pero puede ser una posibilidad, pues una dama
siempre rondaba muy cerca del rey en aquellos tiempos.
-Señor, ¿Tan mayor es?
-Jaja pequeña, no lo soy tanto, solo que estoy bien
informado.
-Entonces, sabrá si hay algún rumor entre los soldados- dijo
Livius esperando sacar alguna información nueva.
- Sí, hacia un tiempo que circulaba, pero creo que son
exageraciones.
Regis explico más o menos el mismo rumor que había escuchado
Livius en la taberna. Mientras lo contaba, el muchacho estuvo mirando de reojo
a Zess, para ver algún ápice de impresión o algo. Pero no pareció sorprenderse
ni hacer ninguna reacción al rumor.
- Eso está muy exagerado.- dijo sacando un cigarrillo-
¿Quiere?
Los dos tardaron un poco en encenderlos, pues Zess
chasqueaba los dedos para encender un fuego, pero con ese hombre allí presente
no podía hacer magia.
-Silvius es el nombre del antiguo rey, el que sacaron del
trono por métodos turbios.- comento Livius.
- Así es, pero no deberías hablar tan alto. El Rey ha
condenado, que le corten la lengua, a muchas personas por el mero hecho de
decir el nombre, así que no quieras saber lo que llega a hacer si hablas de
más.- dijo Zess colocándose la capucha de la capa.- Creo que ahora podremos ir
avanzando.
La lluvia era ligera, pero algún que otro rayo hizo que el
caballo se asustara. Debido a eso Zess le pidió a Chisa que se mantuviera algo
lejos del animal. Al anochecer, la lluvia amaino y pronto empezaron a divisar
el cruce, donde el camino de los viajeros se separaba. Acamparon cerca, como
empezaban a escasear las provisiones, cazaron unos conejos para cenar. Como el
suelo estaba mojado, usaron las capas para no dormir directamente contra el
suelo, y después se taparon con las mantas.
Livi, he estado
rastreando el lugar, y de cada vez hay más sombras por los alrededores. Creo
que os están acechando. No han atacado, seguro, por la presencia del lancero.
Pero al separaros seguro os espera un buen ejército de ellos. Transmítele mis
preocupaciones a Zess. Si no me gusta el procedimiento que elija. Yo mismo iré
y te sacare de ese lugar.
Y luego dices que me
fie de él… Y tú eres el primero en decir que me raptaras para protegerme jeje
No compares desconfiar
de Zess que estar rodeados de sombras. No es lo mismo.
Livius se levantó. Chisa dormía a su lado agarrando las
mantas ya en algún profundo sueño, Regis estaba apoyado en un tronco, tapado
con su manta, aunque la noche era oscura, su lanza relucía por la luz de la
luna. El muchacho rastreo el sitio con la mirada para encontrar a Zess, hasta
que dio con un punto rojo humeante, claramente era él. Al ver a chico
despierto, Zess se acercó a ver qué pasaba, y de paso tirar la colilla.
Livius le conto lo que Darklore le dijo. No pareció gustarle
mucho lo que escucho. Zess se acercó más a Livius para susurrarle, no se podía
arriesgar a que el lancero se enterara de nada, aunque parecía estar sumamente
dormido.
-Dile, que espero que haga eso si la situación lo requiere.
Ponerte a ti y a tu hermana a salvo es lo más importante. Pero no puedes montar
mucho tiempo en un dragón sin una silla. Tú has visto las escamas y las púas
que tiene en la columna. Sé que ya nos habían encontrado, pero necesito al
menos llegar hasta la mitad del camino hacia Poltior. Solo le pido algo de
paciencia y que intente, mañana, mantener a los sombra a raya.
Livius se lo transmitió a Darklore, este pareció refunfuñar
un poco, pero al final acepto la idea.
Venga, vale, pero dile
que como castigo, tendrá que comprar la más cara y ligera silla de montar.
Jaja vale se lo digo.
Zess también se rió por el comentario.
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