CAPÍTULO 5
Tras montar los tres en aquel caballo, avanzaban más rápido.
Pero Livius sentía que Zess estaba algo intranquilo. En menos de un día
llegaron al valle de Nero. Era un largo
camino que cruzaba dos altas montañas, Letere y Ledere. Era un paso algo
peligroso, pues era fácil que te tendieran una emboscada. Había arboles a ambos
lados, y el único camino transitable, estaba totalmente despejado. Te podían
atacar de ambos lados. Cuando la montaña empezó a ocultar el sol, Zess detuvo
el caballo, aunque aún faltaban unas pocas horas para que se hiciera de noche.
-Pero Zess, este tiempo lo podríamos aprovechar para
intentar avanzar más, aún falta para que oscurezca.- se quejaba Livius,
mientras Zess caminaba hacia el bosque para resguardarse.
-Con ese tiempo tampoco saldríamos del valle. No tenemos
tanta prisa… Y igualmente la sombra de esta montaña nos tapa mucha claridad.-
dijo mientras ataca al caballo. –Chisa recoge algunas ramas del suelo.
-Hay algo que este pasado, pareces nervioso…- dijo Livius
mientras seguía a Zess.
- Sí. Tengo sospechas que algunos seres de sombra hayan
venido por aquí. Creo que no saben que estamos aquí pero… No podemos
delatarnos.- dijo mientras ayudaba a Chisa a colocar algunas ramas en círculo.
-Pero hasta hace nada estábamos bien… ¿Que te hace pensar
que ahora nos siguen?
-Nada, no he dicho que nos siguieran, pero por este valle
pasan muchos bandidos y nos arriesgamos a que por casualidad pase algún ser de
sombra y nos descubra.
- ¿Entonces porque no cogemos otro camino?
Zess encendió el fuego y alzó la mirada hacia Livius.
Encarno una ceja y dijo:
-Prefieres subir una de esas montañas, luego bajarla, cosa
que nos llevaría un mes y algo, para asegurarte que no te encuentras con nadie…
He dicho que tenemos tiempo. Pero no tanto. Karla se cansaría de esperar por
nosotros jeje- dijo ya algo más animado y todo.
Livius se acercó al fuego y se puso a contemplar la daga que
le regalo Zess.
-¿Crees que tu amiga está bien?- dijo Livius después de un
largo silencio, donde solo el viento entre las ramas rompía toda monotonía.
-Te refieres a Karla. Sí, no creo que sea alguien fácil de
atrapar.- dijo Zess sacando de las alforjas algo de comida.
-Pero iba ella sola, contra todos los que nos perseguían.
Livius vio que Zess se había quedado quieto, con la mente en
otra parte. El muchacho no sabía si le iba a decir algo más, así que desvió la
mirada y se centró en Darklore. El dragón observaba el bosque con cierta
curiosidad. Livius por primera vez se fijó que su tamaño ya era algo más
considerable.
Es cosa mía o… ¿Tú
estás creciendo muy rápido?
Los dragones solemos
crecer muy rápido, sobre todo si nos dan espacio para ello.
Ya veo… por cierto,
siempre he querido preguntarte, ¿Qué haces cuando no estas con nosotros?
Cuando es de noche,
sobrevuelo sobre vosotros. Cuando entráis en el pueblo o cuando noto que
alguien se acerca y me escondo, suelo estar en los bosques o en cualquier lado
que pueda esconderme. Aunque cada vez cuesta más… Pero lo que si hago es ir a
cazar, como más de lo que crees…
Me lo imagino, me
alegro que al menos puedas comer mejor que cuando estabas en el circo.
-Livius, prepara la comida hoy- dijo Zess mientras se
levantaba y se ataba la espada al cinturón.
-Claro, pero ¿a dónde vas?
- Solo voy a echar un vistazo a los alrededores. No te preocupes.- dijo mientras se marchaba.
El silencio se adueñó del lugar. Chisa jugaba con el fuego,
tirándole hojas y ramas. Darklore observaba como Livius preparaba la comida en
la pequeña olla. El chico preparaba la comida, pero mantenía una mano sobre la daga,
estaba algo nervioso, porque esa era la primera vez que Zess se marchaba de esa
manera.
¿Tú que crees que ha
ido a hacer?
¿Eh? Pues tal vez a
hablar con Broom. O se haya marchado a hacer un río jajaja
Cuando Darklore hizo su risa, las pequeñas escamas de su
morro retrocedieron dejando ver su larga fila de dientes, afilados como
espadas.
Espera, espera… ¿Quién
es Broom?
Es un amigo con el que
estoy mientras vosotros estáis con otras personas. Él también tiene que estar
escondido, así que le hago compañía y me cuenta muchas cosas interesantes.
Vale, pero ¿qué es?
Un lobo, creo que de
color marrón claro.
Y ¿Qué hace ahí,
escondido?
Pues vigilarnos, y
protegernos de muchos peligros. Nos ha estado protegiendo desde que nos
separamos, en aquel río, de la chica.
¿Es el Navy de Karla?
Así es.
Se escucharon pasos acercándose. Livius y Darklore se
pusieron en guardia, miraba de reojo hacia el lado por donde se acercaban los
pasos. El muchacho ya estaba a punto de lanzarse contra lo que se le acercaba
con la daga en la mano, cuando reconoció a Zess. Venía a paso lento, debido a
la oscuridad no pudo ver nada raro, pero cuando se sentó en frente del fuego,
en su ropa resaltaba las manchas rojas de sangre. El hombre sin decir nada, saco
un paño del bolsillo y empezó a limpiar el filo de la espada.
Chisa se había quedado mirando a Zess. Nadie se atrevió a
decir nada, pues la cara de aquel hombre mostraba una cierta intranquilidad. La
niña fue la primera en romper ese solido silencio.
-Zess, te duele…- dijo tocando son sus pequeñas manos el
brazo del hombre, del cual brotaba sangre.
-Estoy bien, no te preocupes…- dijo mientras se apretaba el
brazo.
-¡¡Cómo no vamos a preocuparnos, si vienes con manchas de
sangre y herido en el brazo!!- dijo ya fuera de sus casillas.
No es la primera vez
que se enfrenta a los enemigos… Pero esta vez sí ha salido algo herido
¡Que! Eso significa
que cuando lo vi aquella vez en el río… Estaba lavando la sangre…
Livius abrió los ojos, había descubierto, que el camino solo
había sido un camino de flores para ellos, pero para Zess fue una cruenta
batalla.
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