Código: RESET

--> Capitulo 6
Capitulo 7:

Después de tal proeza me dejaron en una habitación, no era la mía eso seguro. El lugar era amplio y tenía dos sofás, una mesa en medio y un ventanal con vistas al mar. Me acerque a observar como pasaban bancos de peces cerca de la ventana. Ver una ballena a lo lejos hizo preguntarme que tal lejos estábamos de mi hogar y de la superficie.

-Chaval, creo que eres uno de los Codes que tanto estamos buscando. O al menos tienes todos los papeles para serlo.

Me gire rápidamente al escuchar aquella voz a mi espalda. La puerta se cerró a espaldas de Hati. No sabía qué hacer, si le hacía enfadar, tal vez me calcinaría de un voltaje.

-No te preocupes toma asiento, ya no tendrás que ver a esos debiluchos de otras clases de Code a tu nivel.

Me senté en el otro sofá, así tendría a Hati de frente, aunque la verdad tanto daba, si me intentaba matar no podría hacer nada.

-Esto... siento tener que preguntar pero...- dije intentando que no me temblara la voz, pero el hombre me interrumpió.

- Claro, claro. Seguro que quieres comer, no seas vergonzoso. Normal que tengas hambre. Pero no podemos darte de comer lo que vayan a comer los otros Code. Así que esperábamos primero seleccionar quienes nos interesaban y cuáles no. Pronto comeremos.

Aquellos ojos rojos hablaban con frialdad y su voz parecía estar hablando de elegir ropa en vez de tratarse de personas.

Estuve en esa habitación un par de horas que parecieron eternas. Por suerte, Hati me dejo a solas. Eso fue más cómodo que verle la cara durante tanto tiempo. Incluso ver pasar algún tiburón es más relajante que estar con él.

Oí unos pasos muy acelerados al otro lado de la puerta y pensé que ya venían a por mí, pero pasaron de largo. Preguntándome que sucedía me acerque a la puerta y empezó a sonar una fuerte alarma acompañada de una voz exclamando que se mantuviera la calma y que había intrusos a bordo. Ese estrambótico ruido prosiguió hasta que se fue de golpe la luz.

- ¿Qué esta pasado ahí fuera? –me preguntaba sin respuestas.

Gire el pomo de la puerta suavemente para llevarme una amarga decepción, estaba cerrado. Como no podía hacer nada, volví a contemplar los peces, pero me llamo la atención algo que se movía a gran velocidad por el agua hacia la nave.

-¡¡Estamos siendo atacados!! Espero que si ganan estén mejor de la cabeza que estés...- dije pensando que saldríamos de las llamas para caer en las brasas.

-Bueno, eso lo tendrás que decidir tú.

Mire alrededor de la estancia sin encontrar la persona que decía aquellas palabras. Pero aquella voz me sonaba. De un golpe seco, una rejilla del conducto de ventilación cayó al suelo.

- Aprovecha ahora que no hay luz para quitarte el collar.

Mientras una chica salía del conducto de ventilación, yo me apuraba en sacarme el collar. No fue fácil, ella tuvo que ayudarme y todo. Pero al escucharla murmurar algo mientras me ayudaba, acabe de reconocer su voz.

- ¡¡Sharlott!! ¿Eres tú?

- Así es te ha costado lo tuyo jeje- dijo mientras se acercaba al ventanal y apuntaba con una linterna al exterior, la encendió y apago repetidas veces. Algo en el exterior le respondió de la misma forma.- Bueno, creo que va siendo hora de marcharse, veamos cuantos hemos podido salvar...

- ¿Qué esta pasado?

- Pues que os vamos a sacar de aquí. Bueno veamos cuanto aguata este cristal- dijo sacando una pistola, que tenía escondida en ligero del pantalón.

Pensaba que no, pero en oír el ruido de la bala contra el vidrio supe que eran de verdad. Y que esta gente no iba de bromas.

- ¡¡Pero qué haces loca!!

- No lo ves, abrir una zona de escape, pronto mis compañeros estarán por aquí y hay que salir.

- ¡¡Pero sabes tú a que profundidad estamos!!

- Bueno, no grites. Ya puedes comprobar que ni el disparo lo ha arañado. Pero...- dijo girándose hacia la puerta- Aquí sí- volvió a disparar.

La puerta se abrió y un grupo de Codes liderados por un hombre de cabello dorado y contextura física musculosa, entro.

- Vas vale alejarse un poco, aquí vienen...- dijo aquel hombre rubio señalando la ventana.

Sharlott me agarro de la mano y me alejo del lugar. Un submarino muy extraño atravesó el cristal de un golpe y con unas compuertas impidieron que el agua entrara de golpe.

-Venga todos adentro- indicaba Sharlott.

Aunque entré de los primeros, lo único que oía eran tiros y gritos. Sharlott y el hombre subieron los últimos. Se cerraron las compuertas y el submarino se alejó a gran velocidad de la nave.

- Y ¿Xard? – dijo Sharlott guardando el arma, el hombre negó con la cabeza y ella paso la mano por su pelo marrón claro. – Rezo para que no sufra mucho...


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